F45, a diferencia de otros gimnasios, se enfoca en una rutina de ejercicio libre de distracciones, por lo que el diseño debía ser minimalista y atemporal.
Los muros y techos están pintados de blanco, generando una sensación de luminosidad, amplitud y limpieza. En contraste con el piso, el cual cuenta con patrones de color que delimitan las distintas zonas de entrenamiento.
Los detalles decorativos se mantienen simples y funcionales, con énfasis en la practicidad y la eficiencia. Se evita el uso de espejos en el interior, ya que estos distraen al atleta. La iluminación es clave, con luces LED en el techo que proporcionan una iluminación brillante y uniforme en todo el gimnasio.
De igual forma se crearon amenidades que van de la mano con el concepto del gimnasio, como lo es una tienda de merch, en donde se aprovecha al máximo el uso de color y espacio.