La primera panificadora de Bimbo Centroamérica se estableció en Guatemala y cuenta con más de 600 empleados. En constante crecimiento y con el objetivo de mejorar el bienestar de sus colaboradores, la planta decidió remodelar su área de comedor. Este servicio está disponible todos los días del año, las 24 horas, para atender a todos los horarios de comida. Bimbo deseaba brindar a su personal un espacio que les permitiera relajarse y distanciarse de sus rutinas diarias.
Uno de los puntos clave del diseño fue proponer una distribución y un mobiliario que permitieran diferentes formas de interacción y fomentaran una convivencia más dinámica entre los usuarios. Se buscaba crear un ambiente en el que se pudiera que fuera diferente al entorno habitual, fomentando así el descanso mental y conversación.
Los acabados y las sensaciones no sólo contrastan dentro del entorno laboral, sino también en el interior del espacio. Este se desarrolla a partir de la combinación de dos historias diferentes: una que hace referencia al contexto industrial e institucional, y otra a los procesos artesanales y la historia de la empresa.
Por un lado, se eliminó el falso techo existente, dejando al descubierto las instalaciones y cambiando radicalmente la altura del espacio. Las paredes, en su mayoría revestidas con azulejos, difuminan los límites visuales entre la cocina y el comedor, lo que genera una mayor sensación de amplitud.
Por otro lado, se eligieron materiales nobles como la madera y la arcilla, especialmente en aquellos elementos que tienen contacto directo con los usuarios, como el mobiliario y los muros bajos. Además, se tuvo la oportunidad de utilizar lámparas de barro artesanales.